
Una gestión eficiente del inventario comienza mucho antes de registrar entradas y salidas. Empieza por definir correctamente los almacenes, según el tipo de empresa y la naturaleza de la mercancía. Esta decisión impacta directamente en la trazabilidad, la valuación, la logística y el control fiscal.
Empresas de manufactura
Deben segmentar sus almacenes por etapas del proceso productivo:
- Materia prima: insumos que aún no han sido transformados.
- Insumos intermedios: productos en proceso o semiterminados.
- Producto terminado: mercancía lista para venta o distribución.
Esta estructura permite:
- Identificar dónde está invertido el capital.
- Aplicar políticas de rotación y valuación específicas.
- Controlar el avance de producción y evitar sobrecostos.
Empresas comercializadoras
La clasificación depende del tipo de producto:
- Perecederos: requieren control por lote, fecha de caducidad, rotación PEPS.
- No perecederos: pueden manejarse por categoría, ubicación o canal de venta.
También pueden organizarse por:
- Zona geográfica
- Tipo de cliente
- Canal de distribución (mayoreo, retail, e-commerce)
Beneficios de una estructura clara
- Mejora la precisión de los conteos.
- Facilita auditorías internas y externas.
- Permite aplicar métodos de valuación diferenciados.
- Optimiza la logística y reduce pérdidas.
Con e-EVA, puedes configurar múltiples almacenes, definir reglas por tipo de mercancía y automatizar movimientos entre ellos. Esto te permite tener control total sin perder flexibilie tus estados financieros, tu utilidad fiscal y tu capacidad de tomar decisiones informadas.
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